La vida es agua eléctrica: El campo vital electrodinámico y el cuerpo eléctrico.


Todas las plantas y los animales, ya sean unicelulares o pluricelulares, provengan de un huevo o de semillas, poseen un ‘campo de vida’ electrodinámico (campo L) que puede ser mapeado en o cerca de la superficie con los apropiados voltímetros y electrodos. Su patrón cambia durante el crecimiento y el desarrollo, se correlacionan con el plan del cuerpo y su organización, así como con los estados fisiológicos y mentales. Sin embargo, la fuente del campo L es aún desconocida.

La nueva evidencia sugiere que el campo L es generado por e incorporado en el cristal líquido cuántico coherente del agua que conforma el 70-90% de los organismos y las células y es esencial para la vida.

El agua forma dominios cuánticos coherentes a temperaturas y presiones ordinarias. Dentro de los organismos, los dominios coherentes se estabilizan en agua cristalina líquida en la vasta cantidad de superficies de las membranas y superficies macromoleculares, alineándose eléctricamente de manera efectiva en todo el cuerpo para formar un cristal uniaxial simple. Este agua cristalina líquida hace posible la vida al permitir que las proteínas y los ácidos nucleicos actúen como máquinas cuántico- moleculares que transforman y transfieren la energía con una eficiencia próxima al 100%. Esto proporciona la energía de excitación para dividir el agua durante la fotosíntesis, en la liberación de oxígeno para los millones de especies de formaron sus equipos de respiración de aire colonizando la tierra, y al mismo tiempo la generación de electricidad para la intercomunicación y la química redox moviemdo toda la biosfera.

El agua vital es el significado, el medio y el mensaje de la vida.

Una versión con referencias completas e ilustradas de este artículo se puede encontrar en la página web de ISIS solo para miembros y está disponible para su descarga aquí. La presentación powerpoint para las dos partes de esta conferencia también se encuentra disponible para su descarga aquí.

La vida, el universo y todo.

Quiero comenzar con una gran pregunta.  Si el organismo es eléctrico, e igualmente el universo lo es, ¿es el universo un organismo?

Sí, dijo el matemático y filósofo inglés Alfred North Whitehead (1861-1947), quien tuvo una enorme influencia en mí. Cuando escribió en la primera floración de la física cuántica, Whitehead mostró cómo las leyes mecánicas que describen los objetos con ‘localización simple en el espacio y en tiempo” de ninguna manera representan los procesos naturales, y argumentó que sólo es posible conocer y comprender la naturaleza como un organismo.

En su libro La ciencia y el Mundo Moderno [1] publicado por primera vez en 1926, escribió (pág. 100): “Las entidades concretas son organismos permanentes, por lo que el plan de la totalidad influye en los caracteres propios de los diversos organismos subordinados que entran en ella. En el caso de un animal, los estados mentales entran en el plan de todo el organismo y por lo tanto modifican los planes de los sucesivos organismos subordinados hasta llegar a los organismos más pequeños en última instancia, como los electrones, que son alcanzados [la cursiva es mía]. “

Los organismos de Whitehead incluyen todo en la naturaleza, desde el universo a las galaxias, estrellas, planetas, plantas, animales, seres humanos, bacterias, hasta llegar a las partículas fundamentales, que son paquetes de actividades electromagnéticas – “organismos vibratorios” – dotado al menos con una especie de conciencia primaria que experimenta su entorno en actos de “unificación prensil”, y lo más importante de todo, evolucionan como resultado de la experiencia.

Me he tomado la filosofía de Whitehead en serio, hasta los detalles de su teoría. No sólo es la naturaleza (electromagnética) de un organismo, sino que el conocedor también debe ser un organismo electromagnético hiper-sensible y receptivo, participando plenamente en la mente y en el cuerpo, intelecto y sentimientos en otros organismos, y en última instancia, en toda la naturaleza.

El organismo electrodinámico en sintonía con el cosmos

Hay evidencia sustancial de que los seres vivos están fundamentalmente organizados por campos eléctricos y actividades electromagnéticas. El concepto de Whitehead de un “plan del cuerpo” que modifica el movimiento de los electrones dentro de él anticipa el descubrimiento de Harold Saxton Burr, fisiólogo de la Universidad de Yale, quien inició su labor en 1930.

El libro de Burr, The Blueprint for Immortality [2], publicado por primera vez en 1972, ofrece una gran visión, descrita en la contraportada del libro.

“Este es un libro innovador – la primera obra comprensiva jamás publicada de uno de los descubrimientos científicos más importantes de este siglo. Revela que todos los seres vivos – de los hombres a los ratones, de los árboles a las semillas – son moldeados y controlados por “campos electrodinámicos”, que se pueden medir y mapear con los voltios-metros estándares modernos.

Estos “campos de vida”, o campos L, son los planos básicos de toda la vida en el planeta. Su descubrimiento, por lo tanto, es de enorme importancia para todos nosotros.

A cada hombre y mujer de esta turbulenta época le da la consoladora certeza de que la vida no es un accidente y que todos nosotros somos partes integradas del Universo, sometidos a sus leyes y a la participación de su propósito y destino… el Universo tiene sentido y por eso nosotros también..

Dado que las mediciones de tensiones del campo L pueden revelar las condiciones físicas y mentales, los médicos serán capaces de usarlos para diagnosticar enfermedades antes de desarrollar los síntomas habituales y así tendrán una mejor oportunidad de éxito con el tratamiento.”

Burr y sus muchos colaboradores han documentado durante un período de cuarenta años la existencia de los campos L en diversos organismos, incluyendo en huevos y semillas; y los cambios dramáticos en las potencias de los campos L estrechamente correlacionadas con el crecimiento, el desarrollo y los estados mentales, y con principales eventos fisiológicos como la ovulación y el cáncer.

Burr conectó electrodos a los árboles y simultáneamente registró diferencias de potencial eléctrico en la atmósfera y en la tierra de forma continua durante 25 años. Los registros mostraron que las potencias del aire y la tierra fluctuaban en fase con las potencias de los árboles. El análisis estadístico reveló los bien conocidos ritmos diurnos en los cuatro registros, así como el ciclo lunar y el ciclo de once años de actividad solar. Estos resultados dejan poca duda de que los árboles en particular, son sensibles a los campos eléctricos y electromagnéticos de la Tierra y el espacio exterior, actuando como antenas para el universo. Los árboles nos conectan con el universo. Esto puede ser parte de la razón por la cual un paseo por el bosque o el estar cerca de bosques y selvas es beneficioso para la salud [3].

El campo magnético de la Tierra proviene de la corriente eléctrica generada en la capa conductora de hierro fundido en su núcleo externo moviéndose a través del campo magnético del Sol, que al volver genera un campo magnético. Se sabe que los pájaros, las abejas, anfibios y otros animales dependen del campo magnético terrestre para la navegación. Hay informes de que los animales y los seres humanos en ambientes protegidos del campo magnético de la Tierra envejecieron más rápido, murieron más fácilmente, sufrieron estrés,dolores y cambios patológicos en el hígado, los riñones, las células blancas de la sangre y la vejiga urinaria [4].

La Tierra también tiene un espectro electromagnético llamado resonancia Schumann en nombre de Winifred Otto Schumann (1888-1974), quien la predijo en 1952. Las resonancias Schumann son ondas creadas en el espacio entre la superficie de la tierra y la ionosfera conductora y, naturalmente, excitada por las descargas de rayos. Las resonancias Schumann oscilan entre 3 y 60 Hz, apareciendo a picos distintos de 7,83, 14,3, 27,3 y 33,8 Hz. Estas mismas frecuencias ocupan un lugar destacado en las ondas cerebrales humanas y están fuertemente correlacionadas con los diferentes estados mentales. La evidencia sugiere que los seres humanos y otros organismos en realidad sincronizan sus ritmos biológicos con las frecuencias Schumann [5, 6].

Resonancias Schumann grabadas en Nagycenk (Hungría) y Mitzpe Ramon (Israel).

Las actividades electromagnéticas de la Tierra se ven fuertemente afectadas por las del sol. Las hermosas luces del norte son generadas durante los períodos de actividad solar intensa o tormentas magnéticas, cuando el viento solar que transporta plasmas calientes energéticos de partículas ionizadas del sol aumenta en densidad y velocidad. Las partículas ionizadas son atrapadas por el campo magnético de la Tierra y aceleradas hacia sus polos magnéticos. Las colisiones entre estos iones, átomos y moléculas atmosféricas (principalmente oxígeno y nitrógeno) causan que la luz emitida en forma de átomos excitados se relaje de nuevo su estado fundamental. Tanto los más altos y más bajos niveles medios de actividad solar y geomagnética se asocian con impactos adversos para la salud y efectos psicológicos en los seres humanos a lo largo de todo el planeta, posiblemente debido tanto a la supresión de la secreción de melatonina de la glándula pineal como a los ritmos biológicos que quedan desincronizados. Esto también se debe en parte a las artificiales emisiones electromagnéticas de los teléfonos móviles, WIFI, líneas de alta tensión, que están produciendo graves efectos sobre los seres humanos y la vida silvestre[7-10] (Ahogados en un mar de microondas, Riesgo de cáncer a las microondas confirmado, teléfonos móviles y daño a las abejas, los teléfonos móviles y daño a los pájaros, SiS 34).

El campo vital

El campo L de Burr puede medirse desde la superficie del cuerpo, o en el huevo o en la semilla; fue registrado en la superficie del cuerpo cuando se realizaron las mediciones en las salamandras de agua. Esto era señal de un verdadero efecto de campo, un campo que no estaba en cortocircuito por el agua. Cuando se giró a a la salamandra bajo los electrodos situados algunos milímetros de distancia, actuó como una dinamo como se espera de un campo eléctrico giratorio, dando una onda sinusoidal de potencias ascendentes y descendentes.

Los campos L de todos los organismos comparten algunas características comunes, tales como un potencial positivo en la parte anterior frente a un potencial negativo en el posterior. Sin embargo, todo el campo se compone de campos subsidiarios o locales específicos para el plan del cuerpo (véase la Figura 1).

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Figura 1 Campos L de los seres humanos y de las salamandras, medidas por Robert O Becker [11]

Los campos L no son estáticos; Burr y sus colaboradores encontraron campos L cambiando lentamente, aumentando en intensidad durante el desarrollo de una meseta en la edad adulta, y disminuyendo gradualmente a medida que el organismo envejecía.

Los campos L fueron confirmados por otros laboratorios que trabajaban independientemente de Burr, y más tarde por el cirujano ortopédico / investigador Robert Otto Becker (1923 – 2008), quien también documentó cambios potenciales de DC durante la curación de heridas y la regeneración en animales y humanos. Cabe destacar que mostró que los cambios potenciales de la regeneración y la no-regeneración de los organismos no difieren notablemente entre sí (véase la figura 2).

Figura 2 Cambios de potencial eléctrico en el extremo del corte del muñón tras una amputación en la salamandra (arriba), que es capaz de regenerar su extremidad amputada, y de rana, que no es capaz [11].

Los resultados de Becker fueron descritos en numerosos artículos científicos, y en uno de los más apasionantes, que removió los cimientos de la investigación científica, The Body Electric [11], publicado en 1985, cinco años después de que laboratorio de investigación fuera cerrado por científicos y políticos corruptos, en un intento por silenciar sus advertencias sobre los peligros para la salud de los campos electromagnéticos de las línea de alta tensión y otras instalaciones eléctricas. (Este debate ha continuado hasta el día de hoy, sobre los efectos “no térmicos”, incluyendo al cáncer de cerebro como resultado del uso de teléfonos móviles y la contaminación electromagnética en nuestro medio ambiente, ver [12] Los teléfonos celulares y el cáncer cerebral y otros artículos de la serie, SiS 51 .)

The Body Electric te pone en la mente de Becker, el investigador, con su examen de los nuevos resultados en el laboratorio para ver si se confirma lo esperado o no, lo que lleva al siguiente experimento, transportándolo paso a paso cada vez más cerca de la respuesta definitiva. Becker se dedicó a descubrir la verdad científica en lugar de defender cualquier teoría favorita, sobre todo porque estaba desesperado por ayudar a aliviar el sufrimiento de sus pacientes.

Becker supo que los campos electromagnéticos, cuando se utilizan con precisión y a la polaridad correcta, en el momento y lugar adecuados, y a niveles extremadamente débiles los cuales son característicos de los organismos vivos, podrían ayudar a sanar las heridas y fracturas persistentes, e incluso regenerar las puntas de dedos cortados y los nervios . Sin embargo, la exposición a los campos electromagnéticos inadecuados puede causar un crecimiento anormal e incluso el cáncer. Los campos electromagnéticos son una poderosa arma de doble filo, y se deben utilizar con sumo cuidado y precisión, basándose en el conocimiento exacto derivado de la investigación meticulosa, y sólo entonces se podría ayudar a restaurar las vidas de las personas reducidas a la desesperación.

Los descubrimientos de Becker se anticiparon décadas a los recientes hallazgos sobre la transformación de las células diferenciadas en células madre durante la cicatrización y la regeneración de tejidos, y por las manipulaciones de la expresión génica en el laboratorio (ver [13] La promesa de la inducción de células madre pluripotentes, SiS 51). La investigación está enfocada ahora en mejorar la reparación de las células madre in vivo y sin trasplante mediante el uso de fármacos para estimular el proceso ([14] Stem Cells Repair without Transplant, SiS 50). No ha habido investigación sobre el efecto de los campos eléctricos en la incorporación de células madre hasta el momento.

Hoy en día, es posible el seguimiento de los cambios eléctricos potenciales en las células y en los embriones, y se reconoce ampliamente que están implicados en el desarrollo, la diferenciación, la regeneración y el cáncer. Pero son interpretados únicamente, y por error, en términos de potencial de la membrana de las células (ver [15] Reglas potenciales de la membrana, SiS 52) con un mayor énfasis en la identificación de las actividades derivadas de los genes, mientras que las preguntas importantes sobre la naturaleza de la electrodinámica del campo vital y su relación con la salud y la enfermedad son en gran parte olvidados.

El más emocionante descubrimiento fortuito y novedoso de la Tufts University es la “cara” de la rana esbozada en las diferencias de potencial durante el desarrollo temprano, cuando el embrión es todavía una bola amorfa de células con muy pocas características anatómicas[16]. Un equipo dirigido por Dany Adams utilizó una combinación de voltajes y tinturas sensibles al pH para seguir el desarrollo de los embriones de Xenopus con un microscopio equipado con una cámara de lapso de tiempo. Se registraron los “nunca antes vistos” patrones dinámicos de los potenciales eléctricos en la capa celular más externa. Estas son claras señales de los procesos electrodinámicos que determinan las estructuras del cuerpo que aparecen mucho más tarde. Volveré sobre esto.

El campo L almacena energía

La visión de Burr no era menos notable [2]. Se supuso que el campo L refleja el estado energético del organismo y, en particular, asumió correctamente que el flujo de energía de los organismos están asociada con el flujo del metabolismo de la química, pero el campo L representa la energía almacenada en las diferencias de potencial en todo el cuerpo . Las variaciones en el campo L, por tanto, reflejan las variaciones en el flujo de energía en el sistema.

Él escribió ([2] p.71): “Si esta hipótesis es cierta, se deduce pues, que mediante el estudio de las posibles diferencias durante el reposo y durante la actividad se podría realizar un registro a un nivel general de energía inmediatamente disponible, representado por el algebra de la suma de los límites potenciales.”

“Frente a la demanda de la actividad esta reserva de energía potencial podría ser aprovechada. Cuando el sistema biológico está en reposo, se podrían registrar los potenciales como potenciales DC, pero cuando el protoplasma está dedicado a cualquier tipo de actividad, como la transmisión neuronal, contracción muscular y eventos similares, la primera señal de esta actividad se encontraría en la repentina retirada de la reserva de energía eléctrica. En otras palabras, una disminución de la diferencia del potencial. Entonces, la movilización de las propiedades químicas podría esperarse para restablecer el nivel original de la diferencia de potencial.”

El concepto de energía almacenada es la clave de la organización viva como se destaca en mi libro, El arco iris y el gusano, la física de los organismos [17]. La energía almacenada es energía coherente, y la movilización de la energía coherente se puede hacer con tan poca disipación como sea posible, dando lugar al cero de entropía cuántica coherente ideal para el organismo, veremos más sobre esto más adelante.

Consistente con la observación de Burr, una caída en el ‘potencial de la membrana’ – la despolarización precede a muchos eventos celulares importantes, incluyendo el crecimiento y la regeneración [15].

Actividades electrodinámicas y formación de patrones

El campo L está separado de y es independiente de los potenciales de acción del cerebro, o de las descargas eléctricas del corazón medidos respectivamente en los electroencefalogramas (EEGs) y electrocardiogramas (ECGs). De hecho, la evidencia ya disponible de Burr [2] sugiere que los EEGs y ECGs son controlados por las variaciones del campo L, que se muestran como cambios potenciales en el marco de referencia de los potenciales de acción de los EEGs y ECGs , siempre que no sean interpretados y filtrados (!) en la mayoría de las lecturas como ruido o una molestia más en vez de una importante información fisiológica y psicológica. Por ejemplo, Burr y sus colegas descubrieron que las altas diferencias de potencial medidas entre las cifras de los índices izquierdo y derecho pueden ser predictivas de inestabilidad mental.

La evidencia de que los potenciales de acción reflejan los cambios de potenciales del campo global también llegó desde el estudio del desarrollo embrionario temprano.

Con mucho, el problema no resuelto más importante de la biología es cómo un huevo relativamente sin rasgos se puede transformar en un organismo altamente diferenciado durante el proceso de desarrollo. Yo estaba entre un número muy pequeño de científicos que creen que los procesos electrodinámicos están envueltos fundamentalmente en la formación de patrones.

Hemos llevado a cabo varias series de experimentos descritos en un artículo publicado hace más de 20 años [18] Actividades electrodinámicas y su papel en la organización del patrón corporal (ISIS publicación científica), que aportó pruebas de los procesos electrodinámicos altamente coherentes responsables de generar el patrón corporal durante el desarrollo temprano.

Para nuestros experimentos se recogieron sincrónicamente lotes de desarrollo de los huevos fertilizados recién puestos de Drosophila. La primera serie de experimentos se llevó a cabo en el laboratorio de electrofisiología Charles Nicholson en la New York University Medical School, en donde me enseñaron pacientemente a hacer microelectrodos para registrar las actividades eléctricas de los distintos embriones en desarrollo sin dañarlos. El embrión, con su cáscara (corion) eliminada, estaba unido por una interacción hidrófoba entre la membrana vitelina y la superficie de plástico de una placa de Petri. Fué inmerso en un Ringer de insecto para evitar que se resequebrajase. Y el electrodo fue insertado cuidadosamente en el bolsillo polar anterior o posterior dentro de la membrana vitelina sin perforar el embrión.

Los resultados fueron sorprendentes. Una serie de potenciales de acción de 1 a 30 Hz aparecieron al menos tan pronto como a los 40 minutos desde el inicio del desarrollo y persistieron por horas a partir de entonces (véase la Figura 3). Durante la mayor parte del período en que se lleva a cabo la determinación del patrón, la organización celular es escasa o nula.

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Figura 3 Los potenciales de acción como segmentos sucesivos de tiempo tardíos en la fase de migración nuclear (43 – 53 min desde el comienzo del desarrollo) [18]

La traza comienza típicamente con agrupaciones de 2, 3 o 4 lotes de descargas (unos 30 Hz) con una duración de 1 o 2 s, interrumpidos por 2-3 s de tranquilidad relativa. Los lotes aumentan en amplitud y tienden a confluir en un tren continuo. Las amplitudes máximas son de alrededor de 10 – 12 mV. La mayor frecuencia de los picos son aproximadamente 30 Hz, pero puede ser tan baja como 15 o 5 Hz. Característicamente, los desplazamientos de potencial de referencia por debajo de las actividades de los picos, coinciden a menudo con el inicio y el final de las descargas, lo que sugiere enfáticamente que los cambios son globales en su extensión, y ambos inician y terminan las descargas.

En la segunda serie de experimentos llevados a cabo en mi propio laboratorio, hemos expuesto los lotes en desarrollo de forma sincrónica de los huevos fertilizados, durante 30 minutos, a campos magnéticos estáticos débiles (0,5 a 9 mT), a diferentes tiempos durante las primeras tres horas de desarrollo, cuando la determinación del patrón se sabe que es producida. Esto dio lugar a una gran proporción de anormalidades del patrón del cuerpo 24 horas después, cuando la larva de primer estadio habría nacido normalmente. El tipo más frecuente de anomalías está asociado únicamente a la exposición de campos magnéticos estáticos, y se compone de diversas configuraciones retorcidas del patrón segmentado. Ya que se usaron los campos magnéticos estáticos, los efectos deben haber sido debidos al traslado de cargas eléctricas o más probablemente a las dinámicas del campo global; y como las energías en los campos magnéticos débiles son de muchos órdenes de magnitud por debajo del umbral térmico del movimiento molecular aleatorio, no podrían haber tenido ningún efecto a menos que los procesos electrodinámicos fueran altamente coherentes (para más detalles ver [19] Breve exposición a campos magnéticos estáticos débiles durante la embriogénesis temprana Causa Anomalías de Patrón cuticulares en larvas de Drosophila, ISIS publicación científica)

En la tercera serie de experimentos realizados en el laboratorio de Fritz Albert Popp, quien me enseñó casi todo lo que sé acerca de la física cuántica, las moscas fueron inducidas para desovar en una cubeta de cuarzo, a continuación, se retiró suavemente. La cubeta con los huevos recién puestos se colocaron en una cámara hermética a la luz conectada a un contador de fotones sensible, y los fotones emitidos se registraron con o sin un solo destello de luz blanca (l min, 4W/m2). La emisión de fotones cambió con el tiempo de desarrollo, lo que no fue inesperado. Sorprendentemente, cuando los embriones de menos de 40 min de edad fueron estimulados con luz, un fenómeno totalmente nuevo que al parecer nunca se había observado antes: intensos destellos de luz se vuelven a emitir, miles de veces más fuertes que la línea de base. Los destellos pueden ser muy breves (<1 s) o muy prolongados (de minutos a horas), y pueden aparecer en cualquier momento desde 1 a 20 minutos, y hasta 8 horas después de la estimulación de la luz (ver también [17]). Los resultados son una reminiscencia de super-brillo en óptica cuántica, una emisión resonante colectiva que implica muchos, si no a todos los individuos dentro de una población sincrónicamente en desarrollo.

Estos resultados en conjunto proporcionan evidencia de las actividades electrodinámicas que acompañan a la formación de patrones coherentes durante todo el embrión, y a poblaciones enteras de embriones. Sería magnífico ver estos embriones con tintes sensibles al voltage.

Me he visto obligada a revisar estos antiguos y olvidados hallazgos al visar un trabajo de Alexis Pietak de Kingston, Ontario, en Canadá [20] que propone un nuevo mecanismo para la morfogénesis: la formación de los modos electromagnéticos resonantes en un horno de microondas resonador dieléctrico.

Los modos resonantes son patrones de ondas alzadas formados cuando una onda está confinada dentro de un resonador y se somete a la reflexión de los límites internos donde las ondas incidentes y reflejadas se combinan. Esto es algo así como las resonancias Schumann generadas en la cavidad entre la superficie de la tierra y la ionosfera (véase más arriba), pero a una escala mucho más pequeña de 0,1 a 1 mm, las dimensiones de los huevos y los primordios. Por consiguiente, la frecuencia de las ondas electromagnéticas tratadas es mucho más alto, en el rango de las microondas al rango sub-milimétrico o GHz (109 ciclos por segundo). Usando la técnica matemática de análisis de elementos finitos, Pietak produjo modos resonantes (en elipses y en una esfera) (Figura 4) cuyos patrones se asemejan a los diferentes tipos de hojas.

Como Pietak observó, este tipo de mecanismo no se limita a la generación de los patrones de la hoja. El huevo Drosophila es una elipse larga, y los sucesivos modos resonantes horizontales son reminiscencias de las etapas en el proceso de determinación del segmento como lo revelan los famosos patrones de transcripción de genes, que son los que más probablemente estén involucrados en los procesos descendentes de la formación del patrón.

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Figura 4  Los modos resonantes en resonadores elípticos y esféricos generados por análisis de elementos finitos y las frecuencias de resonancia en GHz; V, vertical, horizontal, H, N, nodales (reorganizado a partir de [20])

Pietak hizo hincapié en que “el modelo se basa en la validez de las teorías de la coherencia biológica como es descrito por Fröhlich … y / o teóricos cuánticos de campo.” Herbert Fröhlich (1905-1991) [20] propone que los organismos son sistemas de materia condensada, y pueden ser bombeados por energía metabólica en estados de excitaciones coherentes (modos resonantes) en analogía con el láser de estado sólido. El teórico de campos cuánticos Emilio Del Giudice y sus colegas proponen que la interacción entre los campos electromagnéticos ambientales y la materia condensada blanda, tal como el agua líquida, crea dominios coherentes que oscilan en fase con el campo electromagnético [21]. He descrito la obra de Fröhlich en el gusano de arcoiris [17] y la electrodinámica de campos cuánticos es tratada con cierto detalle en mi nuevo libro [22] Living Rainbow H2O; ambos proporcionan una amplia evidencia de la coherencia cuántica de los organismos.

Las teorías de campo de la morfogénesis se remontan por lo menos a la década de 1920, especialmente asociadas con Alexander Gurwitsch (1874-1954) en Rusia y Paul Weiss (1898-1989) en Austria, pero eran más bien vagas (ver el comentario en el Orden y la Vida [23] por Joseph Needham (1900-1995). Un avance significativo fue realizado por John Totafurno y Lynn Trainor (1921-2008) en un artículo publicado en 1987 [24], utilizando un modelo de vector de campo para predecir resultados desconcertantes en la regeneración de miembros de salamandra. En estos experimentos, se amputó una extremidad, y la regeneración de la masa celular fue trasplantada y / o girada, llevando a un nuevo crecimiento anormal de miembros que fueron determinados por la forma en que se trasplantaba la masa celular. Un vector de campo posee tanto la orientación como la continuidad, y cualquier perturbación en las líneas de campo necesitan ser suavizadas y vueltas a conectar, con el resultado de que los miembros adicionales se generaron en los trasplantes determinados.

Yo sugerí que el campo morfogenético podría ser “escrito” – como la memoria – en patrones de orientación de líquido cristalino[17, 25] (Liquid Crystalline Morphogenetic Field, SiS 52), que a su vez determina los patrones de transcripción genética y el crecimiento.

Los cristales líquidos son bien conocidos por responder a campos eléctricos y magnéticos en los patrones de generación, así como en el cambio de sus alineaciones [25]. Así, los modos resonantes electromagnéticos generados en los embriones de Drosophila podrían dar lugar a patrones segmentales en la corteza cristalina líquida de los embriones tempranos, lo que resulta en los bien conocidos patrones de transcripción de genes, que conducen a su vez a la diferenciación del patrón críptico inicial. Los campos magnéticos estáticos podrían tener un efecto dramático en el patrón cristalino líquido por modos electromagnéticos resonantes, y por lo tanto en el patrón del cuerpo.

A pesar de la evidencia sustancial de la existencia de los campos L, y la importancia fundamental de los procesos electrodinámicos en la organización y función de la vida, todavía hay pocas pistas en cuanto a cómo el campo L es generado y dónde reside. En la segunda parte de esta lectura, presentaré evidencia de que el agua líquida cristalina en los organismos vivos es a la vez el cuerpo eléctrico y el campo vital.

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Mae-Wan Ho | i-sis.org.uk

Traducido por JM para Disiciencia

Imagen de cabecera tomada de envirohealthtech.com, Imagen2 tomada de Influence of solar terminator passages on Schumann resonance parameters, sciencedirect.com, imagen 3 tomada de The-Body-Electric, Robert O Becker.

Fuentes adicionales:

The-Body-Electric, Robert O Becker.

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