Duplicar o incluso casi triplicar las grasas saturadas en la dieta no sube los niveles totales de grasas saturadas en la sangre, según un reciente estudio dietético controlado.
Sin embargo, el aumento de los niveles de carbohidratos en la dieta durante el estudio promovió un aumento constante en la sangre de un ácido graso relacionado con un elevado riesgo de padecer diabetes y enfermedades del corazón.
El hallazgo “desafía la sabiduría convencional que ha demonizado a la grasa saturada y se extiende nuestro conocimiento de por qué la grasa saturada en la dieta no se correlaciona con la enfermedad”, dijo el autor principal Jeff Volek, profesor de ciencias humanas de la Universidad Estatal de Ohio.
En el estudio, los participantes fueron alimentados con seis dietas de tres semanas donde aumentaron progresivamente los carbohidratos al mismo tiempo que reducían la grasa total, incluyendo la grasa saturada, manteniendo las calorías y las proteínas.
Los investigadores encontraron que la grasa total saturada en la sangre no aumentó – y bajó en la mayoría de las personas – a pesar de haberla aumentado en la dieta mientras se redujeron los carbohidratos. El ácido palmitoleico, un ácido graso asociado con el metabolismo insano de los carbohidratos que puede promover la enfermedad, se hundió con una reducción en la ingesta de los carbohidratos y aumentó gradualmente cuando los carbohidratos fueron reintroducidos en la dieta del estudio.
“Es inusual para un marcador seguir tan de cerca a la ingesta de carbohidratos, haciendo de este un hallazgo único y clínicamente significativo. A medida que se aumentan los carbohidratos, este marcador predecible incrementa,” dijo Volek.
Cuando este marcador incrementa, dijo, es una señal de que una proporción creciente de carbohidratos se están convirtiendo en grasa en lugar de ser quemados como combustible. La reducción de los carbohidratos y la adición de grasa a la dieta de una manera bien formulada, por otro lado, asegura que el cuerpo pueda quemar rápidamente la grasa saturada como combustible – por lo que no se almacenará.
“Cuando usted consume una dieta muy baja en carbohidratos, su cuerpo quema grasa preferentemente saturada”, dijo Volek. “Tenías gente comiendo 2 veces más grasas saturadas de lo que habían estado comiendo antes de entrar en el estudio, sin embargo, cuando se midió la grasa saturada en la sangre, bajó en la mayoría de las personas. Otros marcadores de riesgo tradicionales mejoraron, también.”
La investigación se publicó el 21 de noviembre 2014, en la revista PLoS ONE.
“Hay un malentendido generalizado acerca de las grasas saturadas. En los estudios de población, claramente no hay ninguna asociación de las grasas saturadas en la dieta y las enfermedades del corazón, pero las directrices dietéticas han continuado abogando por una restricción de las grasas saturadas. Eso no es científico y no es inteligente”, dijo Volek.
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Fuentes:
Referencia:
Brittanie M. Volk, Laura J. Kunces, Daniel J. Freidenreich, Brian R. Kupchak, Catherine Saenz, Juan C. Artistizabal, Maria Luz Fernandez, Richard S. Bruno, Carl M. Maresh, William J. Kraemer, Stephen D. Phinney, Jeff S. Volek. Effects of Step-Wise Increases in Dietary Carbohydrate on Circulating Saturated Fatty Acids and Palmitoleic Acid in Adults with Metabolic Syndrome. PLoS ONE, 2014; 9 (11): e113605 DOI: 10.1371/journal.pone.0113605
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