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¿Qué son los genes?

el-libre-albedrio1¿Qué son los genes? ¿Qué idea se ha implantado (nos han implantado) a los científicos y a la sociedad sobre el carácter de la herencia de nuestros rasgos físicos, de nuestra naturaleza, incluso de nuestro comportamiento? Si buscamos su definición científica, nos encontramos con que “Un gen es una secuencia ordenada de nucleótidos en la molécula de ADN que contiene la información necesaria para la síntesis de una macromolécula con función celular específica, habitualmente proteínas pero también ARNm, ARNr y ARNt. El gen es, pues, la unidad mínima de función genética, que puede heredarse”. Es decir, ahí, en el ADN, está todo lo que somos, desde nuestro aspecto hasta nuestro cerebro. La frase “lo lleva en los genes” ha pasado a formar parte del vocabulario coloquial, especialmente si la persona que la pronuncia se tiene por culta. Pero, ¿qué hay detrás de esta forma de ver la realidad denominada determinismo genético? Que hay personas limitadas por sus genes o personas llevadas al éxito por sus características genéticas; que tienen “buenos genes” (recientemente, se ha publicado el hallazgo del “gen del liderazgo”.) Que las cosas son como son porque la Naturaleza reparte los genes de una forma poco generosa, si tenemos en cuenta las proporciones de ganadores y de perdedores que se observan en la sociedad, en la Humanidad.

La idea de que las personas nacen para ser dominadores o dominados es vieja y se puede encontrar en Aristóteles (lo que no es extraño si tenemos en cuenta que era propietario de esclavos), pero la conexión de estas ideas con el pensamiento científico actual se encuentra en el calvinismo y su concepto de “predestinación”, según la cual, el ser humano está predestinado de antemano a condenarse o salvarse. Entonces, ¿cómo reconocer a los predestinados a la salvación? Para el calvinismo está claro: Si a uno le “va bien” en la vida, si sus negocios son prósperos, es virtuoso y vive con austeridad, es seguro que se salva. En cambio si uno solo tiene desgracias en esta vida (para concretar: si es pobre), seguro que está condenado. Y la concepción religiosa de la vida tiene estrechas relaciones con la cultura en que nace y, a su vez, impregna el pensamiento de las personas pertenecientes a esa cultura, independientemente de sus creencias religiosas. El reflejo “científico” de este fenómeno se plasma en “Sobre el origen de las especies por medio de la selección natural o el mantenimiento de las razas favorecidas en la lucha por la existencia”, un libro de una inconsistencia científica notable y de una confusión (literaria y conceptual) mareante, elaborado por un desocupado clérigo anglicano de buena posición económica (su única actividad laboral era la de prestamista) llamado Charles Robert Darwin, al parecer, desconocedor de los estudios científicos sobre la evolución que llevaban realizándose en la universidades europeas desde cien años antes. Su gran “descubrimiento”, la selección “natural”, fue producto de una más de sus torpes argumentaciones: Del mismo modo que los ganaderos seleccionan animales útiles para ellos, la Naturaleza seleccionará “indudablemente” en la “lucha por la vida” a los seres con características “favorables”. Continuar leyendo

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Máximo Sandín | somosbacteriasyvirus.com

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