Estudio descubre que el maíz transgénico y el Roundup causan cáncer.


En un nuevo y alarmante estudio recientemente publicado en la revista Journal Food and Chemical Toxicology, los investigadores de la Comisión para la Información de Investigación Independiente sobre Ingeniería Genética (CRIIGEN), informaron sobre los resultados de un estudio de alimentación de 2 años en ratas que recibieron ya sea maíz tolerante NK603 Roundup modificado genéticamente , cultivado con o sin Roundup y Roundup solo, con los niveles permitidos de agua potable y de cultivos modificados genéticamente para los Estados Unidos.

Los autores del estudio señalaron que en la actualidad, ninguna autoridad regulatoria requiere la obligación de testar la alimentación a largo plazo para los OGM comestibles y los plaguicidas formulados y las únicas pruebas de alimentación son de 90 días y se han llevado a cabo por la industria biotecnológica.

Este estudio, por lo tanto, se llevó a cabo a la luz de esta necesidad, y los resultados fueron una confirmación sin precedentes de los efectos cancerígenos de los alimentos transgénicos y sus agroquímicos, informando de lo siguiente:

En las hembras, todos los grupos tratados murieron 2-3 veces más que los controles, y con mayor rapidez. Esta diferencia fue visible en 3 grupos masculinos alimentados con OGM. Todos los resultados fueron de hormona y sexo dependiente, y los perfiles patológicos fueron comparables. Las hembras desarrollaron grandes tumores de mama casi siempre con más frecuencia y antes que los controles, la pituitaria fue el segundo órgano más discapacitado; el equilibrio hormonal sexual fue modificado por los tratamientos transgénicos y del Roundup. En los machos tratados, las congestiones hepáticas y las necrosis fueron 2,5-5,5 veces mayor. Esta patología se confirmó por microscopía óptica y electrónica de transmisión. Nefropatías renales marcadas y severas también fueron generalmente 1.3-2.3 mayores. Los varones presentaron tumores palpables cuatro veces más grandes que los controles y se produjeron hasta 600 días antes. Los datos bioquímicos confirman deficiencias renales crónicas muy importantes; para todos los tratamientos y en ambos sexos, el 76% de los parámetros eran alteraciones renales relacionadas. Estos resultados pueden explicarse por las alteraciones endocrinas no lineales por efecto del Roundup, pero también por la sobre-expresión de los transgenes en los OMG y sus consecuencias metabólicas.

Los resultados de este estudio son dobles. No sólo el consumo de un alimento genéticamente modificado (maíz NK603, que está aprobado en los EE.UU. para el consumo humano),  se ha demostrado que causa el crecimiento de tumores y tiene mortalidad acelerada, sino que también lo ha hecho el principal herbicida para las que estas plantas han sido diseñadas (soportan su exposición): El Roundup. Las plantas genéticamente modificadas incorporan directamente el glifosato dentro de sí, con los residuos de herbicidas y sus metabolitos persistentes, creando una doble e inevitable exposición a transgenes y a herbicidas, y a un a probable amplificación sinérgica de sus toxicidades. Hay que tener en cuenta que en el estudio se utilizaron unos niveles de glifosato “muy por debajo de los límites de seguridad establecidos oficialmente”, y que sin embargo inducieron “grave dependencia de hormonas mamarias y alteraciones hepáticas y renales.”

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Es un hecho vergonzoso en la historia de este herbicida Roundup, que se comercializó por su creador y propietario de la patente original Monsanto como “seguro como la sal de la mesa”. Ahora, una cantidad acumulada de investigaciones muestran que el glifosato, ingrediente activo del Roundup, es genotóxico y un alterador endocrino – ambos sellos característico de muchos carcinógenos – a concentraciones de varios órdenes de magnitud inferiores a la concentración de aplicación agrícola. De hecho, Monsanto ha hecho todo lo posible para negar la emergente relación Roundup-Cáncer invirtiendo dinero en empresas de investigación como Exponent, que niegan sus ya bien establecidos daños.

Este nuevo estudio proporciona una evidencia clara y convincente de que los OMG agrícolas están contribuyendo al cáncer en las poblaciones expuestas. El calendario de este nuevo estudio – dos semanas antes de el Mes de Concientización del Cáncer de Mama (BCAM) – es aún más apropiado, teniendo en cuenta que en las hembras, el 93% de los tumores encontrados fueron en las glándulas mamarias. También “… observamos una notable inducción de tumores mamarios marcados por [Roundup] solo … incluso a la menor dosis administrada.” La campaña anual pinkwashing se centra en igualar la “prevención” con la “detección temprana” por la exposición de los cuerpos de las mujeres a los rayos X, en lugar de identificar y eliminar las causas evitables, por ejemplo, la exposición a productos químicos y alimentos cancerígenos.

El principio de precaución exige que si hay indicios en un estudio no humano de que una sustancia es tóxica al ingerir, inhalar, o por exposición, la carga de la prueba de seguridad debe ser responsabilidad de aquellos que la fabrican, la comercializan y / o liberan en el medio ambiente.

Sayer Ji | Greenmedinfo.com | 19 de septiembre de 2012

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